Control de miopía y prueba de la vista
La ortoqueratología consiste en el uso de unas lentes de contacto especiales y adaptadas a las necesidades de cada persona, según el grado de su miopía u otras anomalías visuales como la hipermetropía y el astigmatismo. Se trata de moldear la córnea para mantener una buena visión durante el día o las horas en las que no se tengan puestas las lentes.
La miopía
Si hay que destacar una anomalía de la visión por la frecuencia con la que aparece, esa es la miopía, frecuente cada vez a edades más tempranas. Por norma general, la miopía se presenta bien cuando el globo ocular es más largo de lo habitual o bien cuando la curvatura de la córnea es excesivamente pronunciada. Así, la luz se enfoca delante de la retina y no en ella, dando como resultado una visión borrosa de aquellos objetos, personas o lugares que están lejos.
Asimismo, el control de la miopía es el término acuñado por los profesionales que describe los tratamientos específicamente indicados para retrasar su progresión en niños. Con relación a esto, destacan productos que en términos tecnológicos se encuentran muy avanzados y logran frenarla parcialmente, pues aunque las gafas convencionales ayudan a ver bien, no son la solución definitiva a este problema.
Complicaciones de la miopía, causas y tratamiento
Controlar la miopía resulta esencial para ayudar a reducir el riesgo de complicaciones mayores en los ojos, tales como las siguientes enfermedades: cataratas, glaucomas, desprendimiento de retina o hasta ceguera.
Algunas de las causas más frecuentes de esta anomalía de la visión están relacionadas con cambios importantes en los hábitos cotidianos: uso excesivo de nuestra visión cercana debido al uso de dispositivos digitales (como el móvil, la tablet, el ordenador o la televisión) o una disminución notable de la exposición al aire libre.
El tratamiento de la miopía realmente consiste en varios métodos que pueden ayudar a retrasar su progresión:
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Lentes graduadas. Ya sean gafas o lentes de contacto (llamadas comúnmente lentillas) se logra con ellas contrarrestar la visión borrosa, pero no hacen que la miopía desaparezca, pues una vez no se lleven puestas, se sigue viendo borroso.
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Cirugía refractiva. Este tipo de intervención hace que en la mayoría de los casos desaparezca la necesidad de llevar gafas o lentillas. Para ello se utiliza un haz de láser que da nueva forma a la córnea, con los efectos secundarios asociados que conlleva en algunos casos este tipo de intervenciones.
